Manías, Pánicos y Cracs. Historia de las crisis financieras. Charles Kindleberger y Robert Aliber.

`` Una manía es como un ciclista, para mantenerse en pie debe seguir pedaleando; en el momento que deje de hacerlo, caerá ´´.

     Manías, pánicos y cracs traza un análisis de las principales crisis de la historia financiera que han sucedido en el mundo. Desde la euforia especulativa de los tulipanes en el siglo XVII hasta la crisis inmobiliaria de 2007, pasando por la burbuja de la Compañía de los Mares del Sur o el Crac del 29.

``Sátira de la Tulipomanía´´ Jan Brueghel.
     La clave de este libro radica en el patrón que  repiten todas las crisis financieras que es explicado con los ciclos entre manías y pánicos que resultan de los cambios pro-cíclicos en la oferta de crédito. Generalmente, se produce una expansión del crédito en los buenos tiempos provocando la subida de los precios de los bienes raíces, inmuebles o acciones de manera insostenible, es decir se produce una manía especulativa debido a que durante esta fase de expansión del crédito un número creciente de inversionistas buscan obtener plusvalías a corto plazo de los aumentos en los precios de los activos. Durante las manías se produce una euforia económica: los inversores y empresas se vuelven más optimistas y el consumo y el  gasto de inversión aumenta vertiginosamente ya que el crédito es abundante. Se desarrolla un efecto rebaño a medida que los hogares y empresas ven como los especuladores se hacen ricos. Uno de los problemas de las manías es que el especulador cree que siempre habrá un último ``tonto´´ al que podrá venderle sus activos, sin embargo la manía no puede crecer infinitamente, llega un momento donde los precios no pueden subir más, normalmente causado por algún evento como un cambio de política del gobierno, el fallo de una empresa, etc. En ese momento, los precios comienzan a bajar, la burbuja estalla y los inversionistas que habían financiado parte de sus compras con dinero prestado pasan a ser vendedores en dificultades debido a que los pagos de los intereses del dinero prestado son mayores que la renta de inversión de sus activos, es decir, se encuentran ahogados por no poder devolver los préstamos además de que los precios de los activos se han reducido a niveles inferiores del precio de compra. La prisa por vender los activos provoca un ataque de pánico entre los inversionistas y el crac ya es inevitable.

     Realmente todo este ciclo ya mencionado hace referencia al modelo de Hyman Minsky que permite explicar el proceso que han seguido las cuatro oleadas de crisis financieras que han ocurrido en los últimos 40 años: desde la primera oleada en 1980 que afectó a México, Brasil y Argentina hasta la crisis inmobiliaria de EEUU, España, Gran Bretaña e Islandia en 2007. El patrón sugiere que los flujos transfronterizos  de dinero a estos países provocaron el aumento de valor de sus monedas y la subida de los precios. Evidentemente cada crisis tiene sus características individuales como puede ser el objeto de especulación o la forma de expansión del crédito pero la mayoría de estas crisis fueron precedidas por burbujas de crédito.

    Por último, este libro resalta la figura del prestamista de último recurso en el que se distinguen de dos tipos: doméstico e internacional. La función del prestamista doméstico de último recurso la adoptan los bancos centrales de cada país junto con el Banco Central Europeo; estos se encargan de satisfacer la demanda de liquidez en los momentos de pánico, es decir, el banco central entrega las cantidades necesarias de dinero para evitar la quiebra de  los bancos. Por otro lado, el prestamista internacional de último recurso fue creado en la década de 1940 para proporcionar crédito entre los gobiernos nacionales y ayudar a los países a hacer frente a las crisis, otorgando una mayor estabilidad financiera, esta figura la representa el Fondo Monetario Internacional.
    
    Seguramente este libro sirva para las generaciones futuras, para que no se vuelvan a cometer los mismos errores y para corregir el comportamiento económico en los años venideros. Aunque como bien dijo el Premio Nobel de Economía Robert Solow `` Llegarán más manías, pánicos y burbujas, pero los lectores de este libro estarán ya inoculados´´. 



 
 

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