La insaciable sed de oro y el Real de a Ocho: Consecuencias de la explotación minera del Imperio Español en América.

    ``Salían en multitudes hacia el barco, muchos de ellos llevaban piezas de oro en sus pechos y algunos llevaban brazaletes de perlas alrededor de sus brazos. Yo me regocijé profundamente cuando vi estas cosas y no escatimé esfuerzos para descubrir de dónde las conseguían...´´

    Allá por su tercer viaje a América en 1500, Cristóbal Colón narraba de esta manera las impresiones que le causaban los nativos de la Isla Trinidad adornados con metales preciosos y objetos hechos del más puro oro. Despertando por aquel entonces la codicia y la sed de poder del hombre por uno de los metales más preciados en la historia de la humanidad, así como el resto de tesoros que escondía América, España encontraría una fuente de riqueza casi inagotable con la que convertirse en la mayor potencia económica y marítima de la época, aunque como siempre mal gestionada.


Explotación del oro. Sistema de Mita. Siglo XVI.
  Evidentemente, sin dejar pasar la oportunidad, los colonizadores españoles a lo largo del siglo XVI y XVII no tardaron en darse cuenta de donde  sacaban los nativos  tantos metales preciosos, lo que provocó una explotación minera a gran escala a base de mano de obra indígena (la mita) para extraer y llevar a España todo el oro y plata encontrado en las minas de América. Una vez finalizada la conquista, llegó el turno de la colonización de América y con ella la explotación de las minas encontradas a lo largo del territorio. Entre estas se encontraban las minas de oro de Carabaya o Popayán y las minas de plata, de gran relevancia, como Potosí, Guanajuato y  Zacatecas. Todo el oro y la plata eran enviados a España forjando rutas comerciales de navegación a través del Atlántico que desembocaban en Sevilla, la cual experimentó un rápido crecimiento comercial y económico. La Corona Española pasó a depender íntegramente de las entradas de oro y sobre todo plata que provenía de América, sin embargo toda esta entrada de metales preciosos provocó la subida de los precios que hizo disminuir el poder adquisitivo de los españoles, todo eso sumado a que la Corona Española utilizaba toda esta riqueza para financiar las continuas guerras y pagar productos importados de Europa, ocasionó que no se invirtiera en desarrollar la agricultura ni las industrias nacionales. Según los datos del Archivo de Indias, 185 toneladas de oro y 16 mil toneladas de plata vinieron a España en 157 años (1503-1660). En suma, la  minería permitió a muchos gobernantes y comerciantes amasar grandes fortunas que les otorgaba el reconocimiento social y político que todo hombre ansiaba tener en aquella época, sin embargo  para la población nativa la explotación minera acabó con numerosas vidas por la dificultad y las condiciones  que entrañaba el trabajo en las minas.


Real de a 8.
   La monarquía hispánica fue durante 300 años la mayor fábrica de moneda del mundo. Gracias a la gran cantidad de plata que llegaba de América permitió que el Real de a 8 (creado por los Reyes Católicos en 1497)  se extendiera por todo el mundo hasta llegar a ser la primera moneda universal del comercio. Así pues, con el descubrimiento del Nuevo Mundo, el comercio del Mediterráneo  dejó de ser la principal zona comercial provocando el declive de las monedas italianas y el auge del Real de a 8. Consecuentemente al encontrarse la época en una economía mercantilista, basada en la acumulación de metales preciosos, el Real se convirtió en  una moneda de plata que infundía gran confianza, pues su pureza alcanzaba  un 93%. A medida que España fue extendiéndose cada vez en los territorios del Nuevo Mundo, el Real comenzó a acuñarse también en América donde en 1535 bajo órdenes de Carlos I se estableció por Real Cédula la Casa de la  Moneda de México, la casa de moneda más antigua de América, procediendo el metal de los yacimientos mexicanos de Zacatecas y Guanajuato, mencionados anteriormente. También la riqueza de las  minas de Potosí, dieron lugar a la  creación de la Casa de la Moneda de Potosí en 1544. Tal fue la difusión del Real que durante más de tres siglos fue el principal producto de exportación en América, Filipinas, China, Japón, India y África. Además de ser utilizado como moneda de cambio de los comerciantes europeos  en las transacciones comerciales con Oriente Medio, Inglaterra y Francia.
En conclusión, los españoles fuimos los primeros en acuñar una moneda de carácter universal que sería la gran protagonista del comercio internacional desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XIX, que nada tuvo que envidiar al dólar estadounidense o la libra esterlina.
 







Comentarios

Entradas más populares

Manías, Pánicos y Cracs. Historia de las crisis financieras. Charles Kindleberger y Robert Aliber.

El Auge del gigante asiático: China.